Consigna de lectura: "Matar a un niño" de Dagerman

El cuento “Matar a un niño” de Dagerman trata sobre dos relatos que terminan construyendo una historia conjunta. Por un lado, se cuenta la historia de un hombre alegre que se dirige con su pareja hacia el mar. No hay momento en el que no se menciona que, hasta determinada situación, aquel hombre era feliz. Por otro lado, se cuenta la historia de una familia pequeña. Se describen escenas cotidianas de estos, más específicamente una mañana en la que la madre de un niño estaba preparando el desayuno; al no tener más azúcar en su cocina, le pide a su hijo que vaya a buscar una porción a lo del vecino. 

La historia conjunta que se forma a partir de dichos relatos paralelos es que mientras el hombre estaba manejando de camino a la playa, el niño estaba yendo a buscar azúcar a la casa de su vecino. Fue en aquella coincidencia de tiempo, y lugar, que surgió el accidente automovilístico. El hombre que manejaba (hacia el tan fantasioso mar) mató al niño que cumplía un pedido de su madre para desayunar rico. 

El narrador omnisciente describe el cuento desde la visión de tercera persona, anticipa desde el primer momento cómo va a finalizar el cuento. Genera una intriga y tensión durante la lectura ya que, aunque el lector sepa como termina la historia, uno comienza a tener dudas como: ¿Cuándo va a suceder el accidente? ¿Qué va a pasar con los padres? ¿Qué va a pasar con la pareja? ¿El niño va a llegar a recibir ayuda? 

La historia profunda aparece en aquella oscuridad de la pérdida de un ser querido. Las cosas inesperadas que suceden en la vida, la forma en la que en un segundo todo puede estar bien y al otro no. El trauma que genera una situación como tal para todos los que lo vivieron, aquel hombre va a vivir con la carga de haber matado a un niño por el resto de su vida; y los padres del niño con el duelo de nunca superar completamente la muerte de su hijo.