Consigna de lectura: "El aljibe" de Mariana Enríquez
El cuento “El aljibe” de Mariana Enríquez trata la historia de Josefina, el personaje principal, y su familia. Esta última tenía cierta particularidad ya que la madre, abuela y hermana de Josefina padecían de miedos, fobias y ansiedades bastante fuertes para lo que una persona cuerda puede soportar. Debido a estos miedos, la familia decidió viajar a Corrientes para ir en busca de una señora; se rumoreaba que con cierta brujería curaba los males oscuros de las personas. Al llegar, el lugar llamó la atención de Josefina; la señora tenía un altar de San la Muerte con ofrendas y fotos. No solo esto, sino que también un aljibe; al cual corrió con total curiosidad para verse reflejada en él.
La madre, abuela y hermana fueron curadas por la señora. Dejaron sus miedos más oscuros a un lado para, por fin, empezar a vivir una vida tranquila. No le sucedió lo mismo a Josefina, todo lo contrario. Para ella empezaban a surgir todos aquellos miedos inquietantes en su mente que nunca antes había conocido, no comprendía de donde provenían. Fueron años los que no tuvo un momento de tranquilidad, jamás entendió que había sucedido porque ella recordaba a aquella niña que alguna vez había sido completamente valiente y sin miedos. Su estado empeoró un poco más con el tiempo, perdió muchas cosas ya que ni se animaba a salir de su propia casa debido al miedo.
Su hermana la vio tan mal que le ofreció viajar a Corrientes para, nuevamente, visitar a la señora. Le comentó todo lo que esta hacía y cómo la podía ayudar, Josefina se negó al principio por el miedo incipiente pero luego accedió; quería encontrar la solución a sus padecimientos. Cuando llegaron, la señora las reconoció y las dejó pasar. Inmediatamente Josefina comenzó a vomitar, a sentirse con muchas náuseas y mareos. En aquel momento la señora le contó la verdadera razón de la visita de años atrás, como su familia había llegado con todos aquellos miedos y lo único que podía curarlas era si se los pasaba a Josefina. La señora ya no podía ayudarla ya que, cuando curó a su familia, arrojó una foto de Josefina al aljibe; es decir, no había solución.
Dicho cuento está contado con la presencia de un narrador omnisciente en tercera persona. Por un lado, describe a la perfección lo que piensa y siente el personaje. Por otro lado, cuenta los acontecimientos de manera objetiva. Se utiliza una descripción muy profunda en lo que le va sucediendo a Josefina durante los años, el lector llega a realmente adentrarse en su sensación más profunda.
La historia profunda se relaciona mucho con aquella descripción profunda de los sentimientos y creencias de los personajes. Los miedos, la ansiedad, creencias en brujería, mitos, ofrendas, y más. Uno como lector se pregunta de dónde surge todo esto: ¿Por qué los miedos eran tan fuertes que la única solución era pasarlos a Josefina? ¿De donde provienen estos miedos? ¿Por qué se enfocan en que la única solución es la brujería? ¿Qué pasaría si Josefina se animará a buscar su foto en el aljibe? ¿Fue a propósito que la señora tiró dicha foto al aljibe porque se sabía que Josefina nunca se iba a animar a buscarla? ¿Por qué la familia de Josefina no la cuido como prometió?
Para finalizar, se pueden notar determinadas figuras retóricas a lo largo del cuento. Por un lado, la hipérbole. Se enfatiza mucho en los miedos de Josefina para resaltar el horror e intensidad incesante de sus pensamientos. Por otro lado, la personificación. Se atribuyen características humanas a objetos o conceptos para aumentar el suspenso. En este cuento se puede apreciar cuando menciona que las flores “están muertas de calor” o cuando el aljibe “duerme”:
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