Micaela Zac

El cuento de Paula Tomassoni se divide en tres partes, cada una caracterizada por una historia basada en la época de la dictadura militar argentina.  La primera parte, basada en el año 1982, cuenta la historia desde la perspectiva de una nena. Todo el relato se basa en el desfile que festejaba los cien años de La Plata, en el cual la narradora participó con su equipo de patín. No se menciona mucho acerca del contexto, sino más bien acerca de cómo estaba experimentado los nervios de aquel desfile junto con sus amigas. En la segunda y tercera parte, basada en los años 1979 y 1976, se da a entender el cambio de narradora. En estas dos partes es una chica que cuenta vivencias de la dictadura junto con su familia, cómo esta fue una de las tantas víctimas de dicha época. Se ve reflejada aquella mirada infantil hacia el contexto que estaba experimentando, la perspectiva de una nena que intentaba comprender lo que estaba sucediendo pero que debido a su edad lo último que obtenía eran respu...

Las autobiografías se caracterizan por determinados aspectos que el autor selecciona comentar de sí mismo. Si bien existen similitudes partiendo de esa base, también se da lugar a las diferencias en las que uno elige contar sobre su historia. Esto se debe a que cada autor conlleva cualidades propias y experiencias distintas.  En la primera parte, Ricardo Piglia utiliza como hilo conector la lectura. Va formando un recorrido de distintas experiencias de su vida y, en cada momento contado, menciona el rol que ocupó cada libro en aquel entonces. La huella que cada uno dejó en su persona.  Menciona que: “el valor de la lectura no depende del libro, sino de las emociones asociadas al acto de leer”. Demuestra mucho esta frase con lo que busca expresar, aquellas emociones que le transmitieron los libros y cómo fue capaz de relacionarlos con las experiencias de su vida. La forma en la que estos fueron una influencia en todo su recorrido para formarse en la persona que es.  En la ...

  A Sara le encanta festejar su cumpleaños en la casa de sus abuelos, Mirta y Raúl. Desde que tiene 4 años que lo celebra allí.  Antes, los cumples los festejaban en el patio. Ahora, por temas de protección, Sara tiene que conformarse con el sótano en su cumpleaños número 8. Ya van dos cumpleaños en los que no tiene la posibilidad de salir al patio, o del todo mejor dicho. Sus padres, Anna y Martín, le prometieron que en el próximo ya iba a poder salir. Sara sospechaba que era falso porque hace un año le habían dicho lo mismo, pero no sucedió. No cumplieron con su promesa. A Sara siempre le encantaron los marcadores color pastel. Como no tenía una ocasión para utilizarlos, comenzó a contar los días para su próximo cumpleaños con su marcador favorito. El color celeste.  En las paredes se iban sumando marcas por cada semana que pasaba, y cuando terminaba el mes, trazaba la raya final. Cada vez se sumaban más personas al sótano. Primero estaban ella, sus padres y abuelos. Ti...